Mi amigo Luis Marcos profesaba un amor/admiración por su abuelo el coronel Vaz.
Con frecuencia me contaba historias del militar: sus hazañas en la guerra, sus camisas impolutas, su Seat 1500 señorial, una máquina de precisión.
De las conversaciones entre el abuelo y el nieto me guardé una frase del coronel que ahora me viene al pelo: «Nieto, hay cosas que yo no tenía que haber conocido».
Aquel hombre que vivió más de noventa años, que participó en una guerra, voló con aviones, en los que hoy nadie volaría, se lamentaba de ver cosas para las que no estaba preparado.
Y eso me pasa a mí. Con muchos años menos, habitante del siglo XXI, veo, como el abuelo de Luis Marcos, cosas que no tenía que haber conocido.
En todos los medios se publica estos días una información que me ha dejado ojiplático y que reproduzco aquí:
En resumen: Una madre reivindica que vestirse de pescadora atenta contra los principios morales y éticos.
Consecuencia de esto hice examen de algunas cosas que no tenía que haber conocido y no por ninguna razón moral o ética o política o antipolítica, simplemente porque mi cerebro es analógico, incluso digital, pero no cuántico y no procesa bien determinadas cuestiones. Aquí expongo algunas:
Mi lista
1.- El lenguaje inclusivo. Será inclusivo, pero es una patada a la gramática
2.- Lo políticamente correcto
3.- La CocaCola de vainilla
4.- Los superalimentos
5.- La postverdad
6.- Los virales
7.- El terraplanismo
8.- Los negacionistas
9.- Las hamburguesas vegetales
10.- La decostrucción culinaria
11.- La ultraderecha en el poder
12.- El buenismo
Esta lista puede ser mucho más larga, pero no es cosa de aburrir.
No sé cual fue la causa por la que el abuelo de Luis, aquel militar experto y sabio, pronunciara su frase lapidaria. Imagino que de vivir ahora no se le caería de lo boca. Como a mí.
1 comments
12/02/2023 at 10:52 —
Si nos pagaran por cada tontez dicha, éramos millonarios. Pero ahora hasta la estupidez hay que respetarla