Cada pueblo que conforma la historia de Extremadura armoniza la personalidad de una región con una sabiduría popular producto de las creencias de íberos, celtas, vetones, lusitanos, tartésicos, romanos, visigodos y árabes.
Plaza Mayor de Trujillo.
Este conglomerado de dogmas permitió a lo largo de los siglos potenciar el lado oculto de esta región, en la que el culto a las brujas, magas, adivinas y curanderas se remonta a la cueva de Maltravieso, en Cáceres, hace ya más de 66.700 años, y en cuyas pinturas se percibe el universo mágico femenino, según recoge Israel J. Espino en su obra Extremadura secreta.
Y en este mundo nigromántico de esta Extremadura oscura,Trujillo juega un papel como punto de reunión de brujas, magas y hechiceras. Cualquier camino, charca, cerro o lugar apartado se constituían como lugares idóneos para los aquelarres de estas mujeres, mágicas y sabias para muchos, y malditas para la mayoría. Pero el berrocal trujillano, esas rocas graníticas de diferentes tamaños y de gran riqueza paisajística y arqueológica por sus dólmenes y enterramientos, tal y como lo describe Espino, se erigió como el lugar elegido por las magas para sus encuentros nocturnos, en los que invocaban al demonio practicando sus artes de la superstición y realizaban sus conjuros.
Macho cabrío
En Trujillo, el macho cabrío no era el animal como en Zugarramurdi para el sacrificio, sino los lagartos y lagartijas que pueblan la zona, y tampoco se trataba de una inmolación, sino de encantamientos, que convertían a los malvados en lagartos, lagartijas y rocas que penaban su perversidad por la eternidad sobreviviendo para siempre en un espacio idílico, pero detestable por la condena interminable. Por ello, Israel J. Espino resalta la celebración de conventículos brujeriles “en los que reinaba una de las brujas más conocidas de Extremadura: Josefa la Zarpazos. Es Trujillo escenario de leyendas, vividores, alcahuetas, brujos y adivinos”.
Así que Trujillo no solo fue capital de España durante unos días gracias a los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, que reverenciaban la población extremeña por su significado en su reinado, sino que la cuna de Francisco Pizarro se convirtió en punto de encuentro para sibilas y videntes, que percibieron en la localidad cacereña el emplazamiento apropiado para sus conciliábulos y bacanales.
Pero las tierras trujillanas no fueron las únicas. La brujería extendió sus tentáculos por los extramuros de Santa Marta de Magasca, Madroñera, Jaraíz De la Vera, entre otros pueblos de la provincia de Cáceres, y Campanario y Orellana la Vieja, en la de Badajoz.
3 comments
01/05/2024 at 11:04 —
La palabra bruja en inglés se dice witch, deviene de una bella y antiquísima palabra y práctica egipcia, «Baq».Significa varias cosas:
Poder femenino, mujer de poder, mujer que conoce su poder y lo usa, mujer que conoce las palabras mágicas o de poder. O sea que bruja significa » MUJER EMPODERADA»
01/05/2024 at 14:06 —
Amén
03/05/2024 at 07:05 —
Interesante artículo.