La previsión del tiempo del calendario zaragozano es una de las partes más conocidas y curiosas de esta publicación anual. Se trata de una predicción meteorológica-astronómica no científica del tiempo para un año, basada en el cálculo predictivo de la Luna y el Sol y en la observación empírica de los fenómenos atmosféricos. El calendario zaragozano utiliza un método tradicional llamado cabañuelas, que consiste en observar el cielo entre el 1 y el 24 de agosto, cuando más despejado está, y asignar a cada día un mes del año siguiente. Así, el tiempo que hace el 1 de agosto se corresponde con el de enero, el del 2 con el de febrero, y así sucesivamente hasta el 12, que se relaciona con diciembre. A partir del 13 de agosto, se invierte el orden y se vuelve a empezar por enero hasta el 24.
El tiempo
La previsión del tiempo del calendario zaragozano se presenta en forma de frases breves y poéticas que describen el estado del cielo, la temperatura, la humedad, el viento, la lluvia o la nieve para cada mes. Por ejemplo, para enero de 2022 dice: «Mes frío y ventoso. Nubes negras y amenazantes. Lluvias copiosas y nieves abundantes». Estas frases se complementan con unos símbolos gráficos que indican las fases lunares y su influencia sobre el clima. Por ejemplo, una luna llena rodeada de un círculo significa que habrá buen tiempo, mientras que una luna nueva con una cruz significa que habrá tormenta.
La previsión del tiempo del calendario zaragozano no tiene validez científica ni rigor estadístico, pero tiene un gran valor cultural y folclórico. Muchas personas la consultan por curiosidad o por tradición, y algunas le atribuyen cierta eficacia para planificar sus actividades agrícolas o turísticas. El calendario zaragozano es una muestra de cómo la sabiduría popular puede ofrecer una visión alternativa y singular del tiempo y sus cambios.