Se va yendo
mi voz…
su resonancia clara.
Mi voz…
desnuda
se pierde
en la maleza.
Mi voz…
sin salida,
rendida,
adormecida,
quedó vacía
de letras.
Seca y muda,
cual temblor
de la rama
que lucha
contra las ráfagas
de otoño.
Sola y perdida.
Sin eco alguno,
se deshace
en el agua
como un papel
en blanco.
Diluida…
falsa nieve
abatida,
derrama
su mutismo
estático
como ave
que no vuela,
vencida
en su canto.
Apenas un latido,
callado grito
abortado.
Tan sólo…
un hilo fino
(vital,
escuálido
y rebelde)
permanece
horadando la piedra
del silencio,
trascendiendo
impasible,
los espacios de mi aliento…
apenas inaudible.
Octubre 2024
Nota de la redacción: María Prieto Sánchez, se inspiró en esa foto de pepografo para escribir el poema publicado en su cuenta de instagram https://www.instagram.com/mariaprietosan?igsh=c255ZWV3aGJqMHNk, yo, más contento que unas pascuas lo reproduzco aquí.