Vaya por delante que no soy chovinista, (malo si tienes que empezar pidiendo disculpas). Pero es verdad que cuando viajo al extranjero, a la semana estoy deseando comerme un bocata de chorizo.
Y no es que yo sea Marco Polo ni un Colón viajero del Imserso, pero algunos países visité. Todos me parecieron interesantes por H o por B. En todos vi ciudades estupendas, paisajes únicos, personas sin rabo ni cuernos y pizzerías y hamburgueserías.
Pero al final me vengo arriba y pienso que como en España pocos. Tenemos de todo, incluidos sol y moscas. Trenes a 300km/h y trenes a 20kms/h. Tenemos más idiomas que en Babel, más corcho que en todas las bodegas de Francia. Y leche, de la mala y de la buena.
No voy a hacer un listado de las maravillas de España, seguramente sonaría falso y prepotente. Voy a contar cuatro opiniones, es un decir, de los que vienen aquí a buscarse la vida, en avión o en patera, y que cuando las escuchas te dejan de piedra pómez.
Algunos ejemplos que asombran a los inmigrantes:
.- Hablamos por el movil en la calle y no nos lo roban.
.-Sales de noche y (generalmente), no te atracan.
.-El bus urbano está limpio y llega a su hora.
.-Los viajes son baratos.
.-La barra de pan, hasta ahora, no sube de precio cada día.
.-El colegio de los niños es gratis.
.-No hay perros abandonados por las calles.
.-La gente viste como quiere y nadie se fija en los demás.
.-Se ven viejos por las calles como si cualquier cosa, incluso ¡tomando una cerveza!.
La lista me daría para 100 post, pero valga la muestra. Esas opiniones son reales, dichas por argentinos, chilenos, mexicanos, argelinos y hasta rusos. Cuando las escuchas te da por pensar que a vivir bien nos ganan pocos, y a vivir nadie.
¡Toma ya!