La croqueta asesina

Yo creo que fue entre la segunda cerveza y el primer plato de choco frito, Carmen había empezado la conversación sobre las enfermedades de todos los conocidos habidos y por haber.

Describía su intervención de extirpación del útero con tal viveza, que me parecía estar en la mesa del quirófano entre los cirujanos que comían coquinas, chocos y toda clase de fritura variada.

A Carmen le siguió Paco con una detallada explicación de cómo le clavaron una aguja en un ojo para inyectarle no sé qué producto que sanaba su vista. Eso me recordó la famosa escena de Un perro andaluz en la que se ve, en primer plano, un ojo que cortan con una navaja de afeitar.

Chocobola

Así,  el choco se me empezó a hacer bola y sentí dos pinchazos en el pecho, como si un dedo acusador se clavara en mi esternón. 

Luego llegaron las croquetas, y mira que me gustan, pero tenía una sensación en el cuerpo como de catarro. Pensé: «Ha refrescado mucho y no me he traído la rebequita».

Y con las croquetas también llegaron 128 anécdotas médicas contadas por Lucía, médico con plaza por oposición en el instituto anatómico forense.

Yo creo que fue entre la segunda cerveza
Screenshot

Pinché una que debía pesar una tonelada, más otra del tenedor, dos toneladas. Eso me parecía a mí,  porque o me había quedado sin fuerzas, o la croqueta era de plomo.

Mientras Lucía narraba cómo le sacó un hueso de aceituna y una oreja a una señora gorda, yo sentía un dolor que subía por mis brazos a los hombros hasta la mandíbula.

Carmen me miró y me dijo: «Tienes mala cara, pide otra cerveza». Tenía la boca seca, como la tierra en septiembre. Levanté la mano para llamar al camarero, pero no venía. Estuve con la mano levantada una eternidad y el camarero no venía. En su lugar, vi la cara de varios desconocidos que se arremolinaban sobre mí vestidos con gorros y batas verdes. Uno de ellos me dijo: «No te preocupes; has tenido un infarto. Vamos a operarte».

¡Suscríbete y te regalo una rosquilla!

Al suscribirte manifiestas tu acuerdo con nuestra política de privacidad. Puedes darte de baja en cualquier momento.

3 comments

  1. Pepógrafo
    19/08/2024 at 22:09 — Responder

    Hablar de enfermedades mientras se come y bebe es sin duda un signo de buena salud, y no lo digo yo sino estudios contrastados por International American University Kelvinator . Si te dio el infarto es seguro que no bebiste ni comisteis lo suficiente, faltó esa última cerveza
    Fco. Elviro

  2. fran
    20/08/2024 at 11:11 — Responder

    blabla, car, es todo lo que tengo que decir

  3. Felipe
    20/08/2024 at 23:10 — Responder

    Mucho ánimo Pepógrafo, espero que tras la operación te vaya todo bien. Cuídate!!!

Deja una respuesta

Lo Que Captura La Mirada background image

Descubre más desde Lo Que Captura La Mirada

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo