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16Oct

La ducha eterna y las llaves en la nevera: tu caos diario explicado 

In Para reir by Pepógrafo / 16/10/2025 / 1 Comment

Oh, mi estimado lector, atiendo tu solicitud. ¡qué petición tan deliciosa y tan de este humilde escriba!
Debo confesar que me ha puesto usted un reto colosal: 350 líneas. Eso es una maratón de la distracción, un tour de force de la «mente en las nubes». Intentaré cumplir, no sin el riesgo de que, a mitad del texto, olvide lo que estaba escribiendo, me ponga a mirar una mosca o, peor aún, confunda el teclado con una caja de galletas. Si eso sucede, sabrá que mi inmersión en el tema es total.


Permítame, pues, comenzar esta oda al despiste cotidiano, a esa coreografía involuntaria de la torpeza que nos humaniza y nos regala las mejores carcajadas. El despiste, mi amigo, no es un defecto; es una forma de arte. Es la prueba fehaciente de que nuestra mente, ese cacharro hiperactivo, está ocupada en cosas mucho más trascendentales que la humilde realidad que nos rodea.

La corona del olvido: las gafas en la frente

¿Quién no ha buscado frenéticamente sus gafas durante diez minutos para, finalmente, descubrir que las llevaba puestas… en la frente, cual diadema de intelectual confundido? Este es un clásico, la magnum opus del olvido visual. Uno se siente el detective más torpe del mundo, inspeccionando cada rincón, moviendo cojines, hasta que el espejo, ese cruel confidente, delata la obviedad. Y la risa, esa risa tonta, es la única penitencia.

Viaje épico: la llave y el frigorífico

O la épica aventura de la llave. La llave que se desmaterializa entre la puerta y el bolsillo. Uno revisa cada ranura, cada bolso, cada recoveco de la chaqueta. Jura y perjura que la dejó en el llavero, pero el llavero está tan huérfano como un pirata sin loro. Y claro, aparece. ¿Dónde? Dentro de la nevera, junto al bote de mayonesa, porque en un acto reflejo digno del surrealismo, uno confundió la entrada con la despensa. La llave ha viajado al Polo Norte culinario sin billete de vuelta.

La paradoja digital: llamar al móvil que sostienes


Y hablemos del teléfono móvil. Ah, el apéndice digital del siglo XXI. El teléfono suena. Uno lo busca. Lo busca en el bolso, en la mesa, debajo de los papeles. La melodía es inconfundible, pero el aparato es invisible. Finalmente, el sudor frío y la frustración lo abandonan al descubrir que, horror, lo está sosteniendo en la oreja con la otra mano. ¿Estaba hablando con el aparato que estaba buscando? Un bucle temporal, una paradoja personal que haría sonrojar a Einstein.

El juego de malabares: cuando no recuerdas un nombre



El olvido de nombres es otra disciplina olímpica. Uno se encuentra con esa persona que le cae divinamente, esa que conoce hace años, esa cuyo nombre está grabado en su agenda. Pero la memoria, ese traicionero disco duro, se ha quedado en blanco. Empieza el juego de malabares verbales, el «Mi querido… eh… campeón», el «Hola, figura… de la vida». Uno intenta arrastrar cualquier sílaba que evoque un nombre, mientras la otra persona espera, con esa sonrisa incómoda que grita: «Sé que no recuerdas quién soy».

Caso perdido: el carrito de la irrelevancia en el «Carrefú»


El despiste en el supermercado merece un capítulo aparte. Uno entra con una misión clara: pan, leche y huevos. ¡Eso es todo! Media hora después, sale con una manguera de jardín, un bote de aceitunas griegas, un CD de música celta y tres tipos de queso, pero… ¡oh, sorpresa! ¿Dónde está el pan? ¿Y la leche? ¿Y los huevos? La mente se ha distraído con las ofertas, con la señora que estornuda, con el brillo de los aguacates. El carrito es un museo de la irrelevancia, y la misión principal, el pilar de la alimentación, yace olvidado en el limbo de los productos lácteos

El ciclo de la espumándoos infinita: la ducha del despistado



Y qué decir de la ducha matutina, ese ritual sagrado que, para el despistado, es una zona de alto riesgo. Uno se enjabona. Se aclara. Se siente limpio. Y al minuto, una duda atroz: ¿Me he puesto ya el champú? O peor: ¿Me he puesto ya el jabón? Para asegurarse, uno se enjabona de nuevo. Y el ciclo de la espuma infinita comienza. Uno sale de la ducha reluciente, oliendo a pino y a lavanda, y con la sensación de haber malgastado media botella de gel en un acto de inseguridad higiénica.

El piloto automatico de pega: perderse con el coche


El coche es otro escenario de comedia. Uno va conduciendo, convencido de que se dirige al trabajo. Ve un cartel. Gira a la derecha. Sigue. Y de repente, un escalofrío. ¡No! ¡Esa no es la ruta! La mente se ha puesto en «piloto automático«, en la ruta del domingo al gimnasio o en el camino a casa de la abuela. Uno está a cinco kilómetros de su destino y yendo en dirección contraria, sumido en un trance de costumbre. Toca rectificar, dar la vuelta con esa vergüenza de saber que el GPS mental ha fallado estrepitosamente.

Premio Nobel al olvido: las llaves puestas por dentro



Y el clímax de los despistes: salir de casa. El ritual de la partida. La puerta se cierra. El click. Uno da dos pasos y… se detiene en seco. La lista de control mental se dispara: ¿He apagado el fuego? ¿He desenchufado la plancha? ¿He cerrado la ventana? La duda es la semilla de la neurosis. Uno vuelve. Abre la puerta. Entra. Revisa la cocina, los enchufes. Todo está bien. Salvo por el pequeño detalle de que ha dejado las llaves puestas por dentro, obligándose a un costoso y humillante rescate.

Conclusión: el despistado un soñador a tiempo completo


Pero no nos engañemos, mi querido lector. Los despistes graciosos son el condimento de la vida. Son esa pequeña interrupción en la monotonía que nos recuerda que somos seres humanos, no robots. Que tenemos una vida interior tan rica y caótica que a veces desborda los límites de lo práctico.


El despistado es, en el fondo, un soñador a tiempo completo. Alguien que camina por este mundo con un pie en la realidad y otro en un universo paralelo donde las llaves viven en el refrigerador y los teléfonos se responden solos. No somos torpes, somos multidimensionales.
Así que, la próxima vez que te encuentres con las gafas en la frente o el mando del televisor en el congelador, no te avergüences.

Ríe. Ríe a carcajadas. Porque esa es la prueba de que, mientras tu cuerpo realizaba una acción absurda, tu mente estaba ocupada, seguramente, resolviendo el destino del universo o planeando la próxima gran idea. El despiste es la risa que nos salvó de ser perfectos. Es la imperfección más perfectamente adorable.
Y con esto, mi estimado, he llegado a las 350 líneas, aunque he tenido que contarlas tres veces ¿o cuatro? porque, claro, me despisté. Un abrazo fuerte y que viva el caos cotidiano.

28Sep

Crónica de una calvicie anunciada (y una democracia en riesgo)

Paco y yo, dos intelectuales de sofá y queso curado, decidimos salvar la democracia a golpe de vino tinto y opiniones no solicitadas. La noche comenzó con una botella de Ribera y terminó con la certeza de que el país está perdido… aunque el queso estaba espectacular.

Mientras nos zampábamos un Bucarito que podría haber sido declarado patrimonio nacional, Paco defendía sus ideas con la pasión de un tertuliano de madrugada, y yo contraatacaba con argumentos sacados directamente de memes políticos. El consenso era imposible, pero el queso sí que nos unía. Porque si algo tiene España, además de paro y políticos capullos, es buen queso.

La segunda botella de vino nos llevó a un punto de inflexión: la calvicie. Porque claro, ¿cómo vamos a arreglar el país si ni siquiera podemos arreglar nuestras entradas capilares? Así que, entre insultos cariñosos y brindis por la Constitución (la de 1812, por supuesto), decidimos hacernos un implante de pelo. Juntos. Como símbolo de reconciliación nacional. Paco quiere el estilo de Sánchez, yo el de Begoña. El cirujano ya nos ha dicho que no hace milagros, pero que con suficiente injerto y poca vergüenza, todo es posible.

Al final, no arreglamos España, pero sí salimos con cita para el injerto y una resaca que podría tumbar a cualquier gobierno. Y eso, señores y señores , es lo más cerca que hemos estado de una coalición.

19Sep

La guía definitiva para la amistad chupa-sangre y el arte de desechar cual Colilla

In Para reir by Pepógrafo / 19/09/2025 / 2 Comments

En el vasto y competitivo ecosistema de las relaciones humanas, donde la lealtad es un mito y la Wi-Fi es una necesidad vital, se alza majestuosamente la amistad interesada. Esta especie, tan fascinante como el último video viral de gatos, ha perfeccionado el arte de la simbiosis egoísta. Si estás buscando un texto que posicione en Google, que hable sobre cómo identificar a esos seres luminosos que solo te quieren por lo que tienes, o por lo que les das, has llegado al lugar correcto. ¡Prepárate para la verdad que te liberará y, por cierto, esto vale para parientes, amigos y compañeros mártires.

La amistad: un Inmueble de alta rentabilidad

Olvídate de las aburridas y románticas ideas de compañerismo, apoyo incondicional y hombros para llorar. Eso es cosa del pasado, como los CDs o la decencia. Hoy, una amistad es un activo financiero en tu cartera social. Cada «amigo» es una acción, y cada favor que te pide es un dividendo que esperas, con la paciencia de un tiburón, que te devuelva con creces.

Para detectar a un amigo interesado, busca las siguientes señales:

  • El radar de la prosperidad: Aparece mágicamente en tu vida justo cuando te suben el sueldo, te compras un coche nuevo o heredas la colección de sellos de tu tía-abuela.
  • La memoria selectiva: Recuerda perfectamente el día que te ofreciste a prestarle dinero, pero olvida convenientemente el día que se lo tienes que devolver.
  • El consultor de favores: Sus conversaciones son un constante «Oye, ¿te importaría…?». Es un verbo que, en su boca, significa «Me debes un favor que no vas a ver de vuelta jamás».

El ciclo de vida del chupa-sangre emocional

La amistad interesada no es un evento casual; es un proceso meticulosamente orquestado. Sigue estos pasos para entender a la perfección el comportamiento de estos genios de la manipulación:

  1. La fase de cortejo (o el ‘lamebotas’ inicial): Al principio, son la persona más encantadora, atenta y divertida que has conocido. Te inundan con halagos, te invitan a la cerveza (que siempre pagas tú) y te hacen creer que eres el epicentro de su universo. Es el señuelo, la cebo en el anzuelo. No caigas, es más peligroso que un lunes sin café.
  2. La fase de explotación (o el ‘exprime-limones’): Una vez que se han ganado tu confianza, el verdadero juego comienza. Los favores se multiplican: «¿Puedes ayudarme a mudarme?» (con tu furgoneta, claro), «¿Me prestas tu cuenta de Netflix?» (que no vas a recuperar), «¿Me invitas a esa fiesta exclusiva?» (para que me presente a gente más influyente que tú).
  3. La fase de descarte (o el ‘tirar la colilla’): Y aquí llega el momento cumbre, el clímax de esta trágica comedia. Cuando ya no tienes nada que ofrecer, cuando tu cartera está vacía, tu furgoneta tiene el motor roto y tus contactos se han mudado a otro país, el amigo interesado se evapora. Se esfuma como si nunca hubiera existido, dejando atrás solo el eco de sus peticiones y el olor a gasolina de tu depósito vacío. Te deja tirado como si fueras una colilla sin valor, un residuo de su ambición.

Para amigos desechados: cómo posicionarte por encima de la decepción

Si has llegado hasta aquí, es porque probablemente has sido víctima de una de estas criaturas parásitas. Pero no te preocupes, el universo de Google es vasto y misericordioso. Puedes usar tu dolor para generar tráfico web.

  • Palabras clave que curan: Usa términos como «amistades falsas«, «amigos que te usan«, «cómo detectar a un amigo interesado«, «relaciones tóxicas» o «me tiraron como una colilla«. Esto resonará con millones de personas que buscan respuestas y, de paso, hará que tu página suba como la espuma en la cerveza
  • Contenido de valor (y sin valor para ellos): Crea guías, artículos o incluso videos que expliquen las fases de la amistad interesada. Cuéntales tu historia, expón a los vampiros emocionales con la verdad. Tu experiencia es oro puro para las redes
  • La metáfora de la colilla: No subestimes el poder de esta imagen. Es visceral, es poderosa y es perfectamente vendible «. Nadie busca «amigos que se van», pero todos buscan «¿qué hacer cuando me tiran como una colilla?».

Así que, la próxima vez que te encuentres con un «amigo» que solo te llama cuando necesita algo, recuerda: no es una amistad, es una inversión de bajo riesgo para él y un agujero negro emocional para ti. ¡Y por favor, aprovecha la experiencia para escribir un blog y convertir ese horror en unos cuantos miles de clics! La venganza se sirve mejor fría y con un buen posicionamiento en Google y hasta puedes sacar dinero. ¡Te lo digo como amigo eh!.

10Sep

Un manto de ceniza sobre el paraíso: Los efectos del incendio de Jarilla y el Puerto de Honduras

In Curiosidades by Pepógrafo / 10/09/2025 / 2 Comments

Jarilla, Cáceres, Extremadura – El pasado mes de agosto, un devastador incendio forestal arrasó una de las zonas más valiosas de la región, calcinando más de 17.000 hectáreas en el norte de Cáceres. El fuego, que se originó en Jarilla, se extendió sin control y amenazó el emblemático Valle del Jerte, llegando incluso a cruzar el límite

con la provincia de Salamanca. Hoy, casi un mes después de que el Plan INFOEX lo diera por controlado, el paisaje desolador deja a la vista las profundas cicatrices ambientales, sociales y económicas que este desastre ha dejado en la comarca.

La herida en la tierra: Impacto ambiental y paisajístico

La imagen de la carretera del Puerto de Honduras, antes un vergel, ahora es un cráter salpicado de troncos calcinados. La riqueza de los ecosistemas del Valle del Jerte y la comarca del Ambroz, con su biodiversidad única, ha sufrido un golpe brutal. La vegetación, que tardará décadas en recuperarse, ha dado paso a un manto de ceniza que cubre un suelo vulnerable. Expertos advierten que, aunque el suelo podría recuperar parte de su fertilidad en uno o cinco años, la regeneración total del paisaje podría tardar hasta medio siglo.

La pérdida de vegetación no solo afecta al hábitat de numerosas especies, sino que también aumenta el riesgo de erosión del suelo. Las lluvias, al caer sobre una superficie sin protección, arrastrarán la capa fértil, lo que dificultará aún más la reforestación y la recuperación natural del ecosistema.

La economía en vilo: Daños en la agricultura y el turismo

El fuego ha puesto en jaque la economía local, que se sustenta en gran medida en la agricultura y el turismo. La proximidad del incendio al famoso Valle del Jerte, conocido por sus cerezos, generó una gran preocupación. Si bien una parte de los cultivos de cerezo lograron resistir el avance de las llamas, el impacto en la comarca es innegable.

La prohibición de utilizar maquinaria en el campo durante y después del incendio, sumado a las pérdidas directas en cosechas y explotaciones agrícolas, ha golpeado duramente a los agricultores. Además, el turismo, una fuente vital de ingresos en la zona, ha quedado tocado. La desolación del paisaje y la interrupción de las actividades de ocio y senderismo han mermado las visitas, en un momento crucial del año.

Resiliencia social y el largo camino de la recuperación

El incendio de Jarilla no solo ha dejado una huella material, sino también emocional. La evacuación de localidades como Hervás y la incertidumbre vivida durante los días de máximo riesgo generaron una gran angustia entre los residentes. La «solastalgia», el sentimiento de pérdida y desolación que provoca el cambio ambiental, se ha manifestado en pesadillas, insomnio y ansiedad en muchos afectados.

A pesar del desastre, la solidaridad ha sido la tónica dominante. La colaboración entre los vecinos, los bomberos, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y otros cuerpos de seguridad fue clave para contener el avance del fuego y proteger las viviendas.

Ahora, con el fuego controlado, comienza la fase más larga y ardua: la de la recuperación. Los esfuerzos de reforestación serán vitales para restaurar el ecosistema. Ejemplos de otras zonas afectadas por incendios en el pasado, como Las Hurdes, sirven de guía para los trabajos de restauración, que incluyen la retirada de la madera quemada, el abancalamiento y la suelta de pacas de paja para prevenir la erosión del suelo. Sin embargo, la despoblación y el abandono de las prácticas agrícolas tradicionales en estas zonas rurales se señalan como factores clave que hacen que los bosques sean más vulnerables a incendios de esta magnitud. La recuperación total no solo dependerá de la naturaleza, sino también de una gestión forestal y territorial que promueva la resiliencia a largo plazo.

19Ago

Así transformó el oro americano el corazón de Extremadura

In Mucho cuento by Pepógrafo / 19/08/2025 / 2 Comments

Casi no se podía creer que el tesoro que transportaban fuera de verdad. Brillaba con una luz que parecía proceder de otra galaxia y el repicar de las monedas en las carretas, aun con los baches del camino, era la música más dulce oída jamás. Una banda sonora de oro y plata que resonaba en los valles y las montañas de Extremadura.

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28Jul

Entre seis a dieciocho millones de aves mueren al año en España por colisión con aerogeneradores

In Curiosidades by Pepógrafo / 28/07/2025 / No Comments

La otra cara de la moneda

Según los datos más recientes, España cerró el año 2024 con 22.486 aerogeneradores. Estos se reparten en 1.416 parque eólicos distribuidos en más de 1.000 municipios de 47 provincias.

Mientras la energía eólica avanza como pilar de la descarbonización, su expansión ha puesto de manifiesto un impacto ambiental significativo, particularmente en la avifauna y los quirópteros. Este es un punto de fricción considerable que requiere una atención y un equilibrio cuidadosos.

Mortalidad de aves y murciélagos

Las cifras de mortalidad de fauna silvestre por colisiones con aerogeneradores son una preocupación creciente. Se estima que aproximadamente 9.000 aves han muerto en España en los últimos tres años (desde 2020) al impactar con estas estructuras. La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) ha advertido que la biodiversidad retrocede más en los territorios con un mayor despliegue de complejos eólicos. La situación de los murciélagos es aún más alarmante, con un estudio del CSIC que indica que casi un millón de estos mamíferos mueren anualmente por impactos con aerogeneradores.

Preocupación ecologistas

Organizaciones como SEO/BirdLife han alzado la voz, lanzando campañas como Eco-ilógico para concienciar sobre el impacto ambiental de los parques eólicos y abogar por un modelo de «renovables responsables». SEO/BirdLife ha llegado a afirmar que entre seis y dieciocho millones de aves mueren anualmente en España por colisiones con aerogeneradores y sus líneas eléctricas de evacuación. Esta cifra, significativamente superior a otras estimaciones, subraya la complejidad de cuantificar el problema y la variación en las metodologías empleadas para su cálculo, que pueden incluir el impacto de las infraestructuras asociadas, como las líneas de transmisión.

Cifras en duda

El sector eólico, representado por la Asociación Empresarial Eólica (AEE), ha cuestionado las cifras más elevadas de mortalidad, argumentando la falta de metodologías específicas para su estimación. La AEE subraya que, según el propio Libro rojo de la avifauna de SEO/BirdLife (2021), las principales amenazas para las aves incluyen la contaminación, la alteración de ecosistemas y el cambio climático, posicionando la energía eólica como parte de la solución a la crisis climática.

Además, es crucial contextualizar la mortalidad de aves en un panorama más amplio. La colisión con líneas eléctricas es una causa de muerte relevante para algunas especies, siendo la segunda causa de muerte de aves por choque con elementos artificiales en Estados Unidos. Otros factores que contribuyen a la mortalidad de la fauna incluyen traumas (por depredación o causas desconocidas) y condiciones ambientales extremas como tormentas o subidas de temperatura debido al cambio climático. La industria eólica argumenta que no existe una correlación negativa directa entre el aumento de parques eólicos y la disminución de poblaciones de aves, citando ejemplos como el aumento del 54% en el número de milanos reales invernantes en España entre 2018 y 2024.

Este debate pone de manifiesto una tensión fundamental: el imperativo de la acción climática, que impulsa la expansión de las energías renovables, frente a los impactos localizados y directos sobre la biodiversidad. El sector eólico enfatiza su compromiso con la protección de la biodiversidad y su papel en la mitigación del cambio climático, considerado una amenaza global para los ecosistemas.

03Jul

Más allá del bolsillo y la bragueta: el miedo como motor universal

In Para reir by Pepógrafo / 03/07/2025 / No Comments

San José María Escrivá de Balaguer y Albás, fundador del Opus y rey de los aforismos, sentenció que los pecados del hombre están en el espacio que hay entre el bolsillo y la bragueta, según esto, las mujeres no pecan.

Esta mañana me he despertado con esa imagen en la cabeza. Será el calor. El caso es que he pensado que en esa distancia están contenidos todos los males del mundo. Es como esos tramos de concentración de accidentes en las carreteras, lugares en los que se te pide que te des una leche con el coche y no lo hagas sin ton ni son en sitios que no están señalados a tal fin. Así que se puede deducir que los aproximadamente veinte centímetros entre bolsillo y bragueta mueven el mundo. O no, porque yo creo que al mundo lo mueve el miedo. Piensa. Por el miedo al ridículo no te pones la camisa hawaiana, no hay guerras nucleares, no te divorcias, no te casas. Por miedo no mandas al carajo al patán de tu jefe.

cara de miedo

Dice mi amigo Diego que le da miedo ir al médico porque seguro que le encuentra algo malo. Luis lleva años detrás de Jacinta si atreverse a pedirle que vivan juntos. Tiene miedo a que le diga que sí.

Lista infinita

La lista de todo lo que mueve el miedo da miedo. Es infinita. Pero claro, siempre habrá alguien que dirá que no, que el miedo no es el motor del mundo, que es el amor, incluso la bondad. Me he puesto a buscar hechos históricos motivados por el amor y me cuesta encontrarlos. Adán y Eva, por ejemplo. Mucho amor, mucho amor y al final los echan del Paraíso y por ahí andan cagaditos de miedo y sin encontrar piso. El Imperio Romano, todo él una orgía amorosa, muerto del miedo que le daban los Hunos y los otros. Colón, empeñado en amar a las indias de la India, que se fue al otro mundo sin saber que aquello no eran la India sino la Cuba de Fidel. Nadie le dijo nada por miedo a la mala leche del ‘Almirante de la mar Oceana‘.

Que sé yo. Me cuesta admitir que un sentimiento tan negativo sea el motor del mundo; pero sí, está palmariamente demostrado. Así que vuelvo a corregir a San José María Escrivá de Balaguer y Albás: los pecados no están en la espacio entre el bolsillo y la bragueta. En ese tramo lo que está instalado es el miedo, miedo que te vean la mancha de pis producto de la incontinencia.

21Jun

¿Qué dicen de mí?, medio mundo habla del otro medio

In Para reir by Pepógrafo / 21/06/2025 / 7 Comments

Pues, nada bueno.

La señora Pincho me preguntó el otro día que de qué hablamos cuando no está ella. La respuesta fue como un disparo: «¡Pues de ti. De qué si no!».

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28May

Encuestas: no soy nadie, nunca me preguntan

In Para reir by Pepógrafo / 28/05/2025 / 9 Comments

Cada vez que oigo, veo o leo una encuesta tengo la misma duda : ¿por qué nunca me preguntan a mí, con todo lo que yo sé?.

En mi vida me han preguntado nada. Arrastro una gran frustración por no pertenecer a la pléyade de personas que han sido encuestadas sobre todos los temas imaginables. Y yo nada. Así que mi opinión sobre el precio del aceite, la guerra de Ucrania, el multilingüísmo político o la misma existencia del Dios no tiene reflejo estadístico en ningún sitio. Para Tezanos no existo. No soy nadie.

Hace unos días sonó el teléfono: «Buenas tardes, le llamo de Pisconsulting. ¿Puede contestar a unas preguntas?». Mi corazón se paró antes de arrancar otra vez y ponerse a cien. Síiiiiiiiiiii, contesté. «Antes de empezar dígame cuántos años tiene, por favor». Muchitantos, le contesté. «Ah, lo siento, pasa usted de rango de edad. Buenas tardes»:

Una grieta en el suelo se abrió y se tragó mi ilusión, junto con la encuesta y mi esperanza de ser alguien para Tezanos.

Ni los Testigos de Jehová me preguntan. A lo más que he llegado a es picar en una carita sonriente o cabreada, que hay en algunas tiendas para saber el grado de satisfacción del cliente.

Esperanza

Casi perdida la esperanza de formar parte de algún panel demoscópico, ayer sonó el teléfono. Una voz cansada me dijo que me llamaba de la empresa no sé qué y si quería contestar unas preguntas. Dada mi frustrante experiencia, contesté sí con muy poca convicción. La voz cansada me explicó que el tema preguntado iba sobre la soledad de las personas mayores.

Para hablar de soledad, lo primero que me preguntó es si vivía solo. Le conteste que no, que vivo con mi esposa y sus cinco hijos. Los cuatro míos van y vienen. Sabido esto, supuse que la encuesta habría acabado; pero no, siguió mecánicamente con su formulario: «Del 1 al 10, ¿qué grado de soledad sufre usted?».

Esta no se entera, pensé. Si le acabo de decir que en casa nos juntamos 11 personas, ¡qué soledad voy a tener!. Pero daba igual, la encuestadora, inasequible al desaliento, siguió con la matraca. ¿»Buscaría usted la compañía de sus amigos, conocidos, vecinos y demás para paliar su soledad?». Y yo: ¡Pero si lo que necesito es que me dejen en paz!.

Dado el cariz de la encuesta, empecé a pensar que a lo mejor no era tan buena idea ser encuestado. Y siguió con las siguientes preguntas relacionadas todas con aspectos físico-químicos. Que si me valía solo para lavarme, que si podía andar sin ayuda, que si sabía manejar un cajero, que si hacia pis solito… Sólo le faltó preguntarme por mi vida sexual, y ahí sí le hubiese explicado que siempre necesité el concurso de otra persona.

En fin, al cabo de 20 minutos, la encuestadora me dio las gracias y me dijo que había sido un placer charlar conmigo porque, en el fondo, se sentía muy sola.

Así que me dejó la duda de si en realidad había contestado a mi primera encuesta, o si había estado dándole palique a mi vecina del B, que vive sola. El caso es que su voz me sonaba.

Lo Que Captura La Mirada background image