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El Acueducto de las Herrerías, ubicado en Campillo de Deleitosa, Cáceres, es una obra hidráulica que data probablemente del siglo XVII, aunque algunos indicios apuntan a que sus orígenes podrían remontarse al siglo XV.
Este acueducto forma parte de un sistema de canalización de unos siete kilómetros de longitud, diseñado para transportar agua desde una presa construida en la confluencia de las gargantas de los Batanes, el Colmenar y los Torneros. Su finalidad original era abastecer de agua a una herrería en la zona, que utilizaba la fuerza del agua para mover un martinete o molino hidráulico.
El acueducto en sí se erige como una de las partes más impresionantes de esta infraestructura, con veinte arcos de piedra que alcanzan hasta ocho metros de altura. Estos arcos se construyeron para salvar un descenso abrupto del terreno y asegurar la continuidad del flujo de agua. Esta construcción, aunque abandonada, ha resistido el paso del tiempo y destaca por la maestría técnica y la adaptación al difícil relieve de la Garganta Descuernacabras.
En el contexto industrial, el Acueducto de las Herrerías y el canal fueron fundamentales para la producción de hierro en la herrería, que estaba asociada a una actividad minera que caracterizaba la región. Además de su función metalúrgica, el sistema se empleó para generar energía en pequeñas centrales hidroeléctricas, especialmente a partir de la década de 1950.
A lo largo de su recorrido, este acueducto no solo sirve como testimonio de la capacidad ingenieril de épocas pasadas, sino que también ofrece un espectáculo visual a los visitantes, ya que atraviesa paisajes de gran belleza dentro del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara situado en el sureste de la provincia de Cáceres, Extremadura,está declarado Geoparque Mundial de la UNESCO en 20151.
Cubre una extensión de 2,544 km² y se caracteriza por su impresionante paisaje montañoso, con la La Villuerca como su punto más alto, alcanzando los 1,601 metros
Geoparque
El geoparque se conoce por su relieve apalachense, un tipo de geomorfología que recuerda a la de los Montes Apalaches en América del Norte2. Además, el área es rica en formaciones kársticas, cuevas y valles fluviales que ofrecen vistas espectaculares y oportunidades para el geoturismo.
Además de su belleza natural, el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara tiene un gran valor histórico y cultural, con vestigios de la Edad del Cobre, la época romana, y la Edad Media. El Monasterio de Guadalupe, cercano al geoparque, es un sitio Patrimonio Mundial de la Humanidad de desde 1993.