¡Ah, Monfragüe! El parque nacional donde las águilas imperiales se creen reinas de la pasarela y los buitres leonados hacen cola para el buffet libre de conejos. Un lugar donde los ciervos tosen más que mi abuelo con alergia y los jabalíes se creen los dueños del gimnasio de la dehesa.














El parque nacional de Monfragüe es como un safari extremeño, pero sin leones ni elefantes, ¡aquí tenemos águilas que te miran con más desprecio que un camarero a las 3 de la mañana! Y los buitres, esos señores elegantes que planean sobre los riscos, siempre listos para el festín. ¡Más rápidos que un repartidor de pizza en hora punta!
Si te gusta el senderismo, prepárate para subir cuestas que te harán sudar más que un pollo asado en pleno verano. Y si eres pajarero , ¡trae prismáticos potentes! Aquí las aves rapaces son como las estrellas de Hollywood, siempre posando para las fotos.
Pero cuidado, no te despistes mucho mirando al cielo, ¡no vaya a ser que te tropieces con un ciervo despistado o te encuentres cara a cara con un jabalí haciendo running!
Monfragüe es un parque nacional con mucho encanto, el humor se lo pones tú. Un lugar donde la naturaleza te sorprenderá a cada paso, otra joya de Extremadura, y van no sé cuántas.