¿Te ha pasado alguna vez que le cuentas a alguien un problema y el otro te contesta que lo suyo sí que es importante? A mí me sucede todo el tiempo. Es como si mi vida fuera una broma insustancial y la suya una tragedia griega como mínimo.
Por ejemplo, el otro día le dije a Paco que me había quedado sin papel higiénico en el baño y tuve que usar una revista vieja. Él me miró con desdén y me dijo: «Eso no es nada, yo ayer tuve que usar una hoja de lechuga». Y se quedó tan tranquilo.
Otra vez le comenté a mi hermana que me había roto una uña y me dolía mucho. Ella me soltó: «Eso no es nada, yo el mes pasado me rompí el dedo meñique del pie y tuve que ir al hospital». Y se puso a enseñarme la radiografía.
Y así con todo. Parece que nadie se interesa por lo que me pasa a mí, salvo si les sirve para colocarme sus rollos, solo por lo que les pasa a ellos. Y lo peor es que siempre tienen algo más grave, más dramático o más ridículo que contar.
Yo creo que hay gente que tiene un complejo de superioridad inverso. Es decir, que se creen mejores que los demás porque sufren más o tienen más problemas. Y se dedican a competir por ver quién la tiene más difícil.
Pero yo no soy así. Yo soy una persona sencilla, humilde y empática. Me gusta escuchar a los demás y comprender sus sentimientos. No necesito compararme con nadie ni hacerme la víctima.
Por eso, cuando alguien me dice que lo suyo sí que es importante, yo solo sonrío y asiento. Y pienso: «Pues vale, pero yo sigo sin papel higiénico».
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1 comment
28/08/2023 at 18:06 —
Este paco como es macho,Julio se vas al medico los abuelos tambien comentan que lo suyo es peor que lo de los demas jejeje