El otoño en Cáceres es un espectáculo de luz y sombra, donde las piedras antiguas tienen vida al reflejar el sol bajo el cielo azul claro. Cada rincón de la ciudad monumental cuenta una historia, y durante esas mañanas otoñales, el tiempo se detiene para que el visitante pueda disfrutar, sin prisa, de su luz.
Y de regalo te cuento la leyenda de Mansobará
La leyenda de la Mansaborá es una de las historias más fascinantes de Cáceres. Se remonta a la época de la reconquista cristiana de la ciudad en el siglo XIII, específicamente el 23 de abril de 1229, cuando las tropas del rey Alfonso IX de León lograron tomar la ciudad1.
Según la leyenda, durante el asedio, un joven capitán cristiano se enamoró de la hija del caudillo andalusí que gobernaba Cáceres. La joven, conocida por su belleza, correspondió al amor del capitán. Para ayudar a su amado, ella le entregó las llaves de un pasadizo secreto que permitía el acceso a la ciudad.
Gracias a esta ayuda, las tropas cristianas pudieron entrar en Cáceres y tomar la ciudad. Sin embargo, la joven, al ver la traición a su pueblo, se dice que se convirtió en una figura mítica, conocida como la Mansaborá, y que su espíritu aún vaga por los antiguos muros de Cáceres.
Es una historia de amor y traición que ha perdurado a lo largo de los siglos y sigue siendo una parte importante del folclore local.