Llevaba tanto tiempo usando la APP del odio que no recordaba por qué ni cuándo se la instaló. Amargado de tanto usarla, aquella mañana la desinstaló y buscó en el store de su teléfono la aplicación del amor, de la ternura y el afecto. Sin embargo, tras cada intento, su dispositivo daba error. Irritado buscó explicaciones y halló la que menos le gustó: su móvil no tenía memoria suficiente para querer.