Memoria lapa

Manos mal,hechas

Si pudiera preguntártelo, te diría: ¿te acuerdas cuando te comenté que tenía una memoria de elefante?.

Bueno, resulta que no es del todo cierto. En realidad, mi memoria es más como una lapa. Sí, como esos bichos pegajosos que se agarran a las rocas en la playa. Los recuerdos se pegan a mi cerebro y no hay forma de sacarlos.

Trataba de recordar el nombre de aquel bar, en el que estuvimos juntos, no sé muy bien para qué, será mi vena masoquista, y no había manera. Me empezó a doler la cabeza. Me pasa siempre que no recuerdo. Veía la expresión de tu cara, la copa, el vestido rojo, el camarero distraído… Pero del nombre del bar, ni rastro. Y de pronto desembarcó en mi cabeza: “De blanco y y negro”. Llevo horas con el nombrecito metido en las circunvoluciones cerebrales, pegado con Loctite.

Mi problema es la vagancia. No hago el más mínimo esfuerzo por acordarme de las cosas. Siempre confié en que mi mujer se acordaba de todo. No tenía más que preguntarle y allí estaba la solución. 

Hoy he querido recordar, vuelve la vena masoquista, el nombre de aquel pintor con el que te fuiste. Aquel que no sabía pintar manos. Pues ni por esas. No hay manera de que me acuerde. También es verdad que, seguramente, el único objetivo de averiguar su  nombre es poder ponerle apellido al insulto. He pensado en llamarte para averiguarlo, pero creo que no te iba a sentar bien. 

Ahora el miedo que tengo es que cuando me salga del cerebro el nombrecito del bar,  ocupe su lugar el pintor que pinta las manos como garras y pase horas dándome por saco.

Lo peor de la memoria lapa es que no discrimina entre recuerdos agradables y malos. Y aunque la repetición siempre es cansina, si por lo menos el machaconeo es sobre algo bonito, tiene un pasar.

Desde hace horas en mi cabeza lucha el bar De blanco y negro contra el pavo que no sabe pintar manos. Mi psicóloga me dijo que para que no se me fría la cabeza es bueno escribir. Eso es lo que estoy haciendo,  pero empiezo a oler a frito. Creo que son mis sesos y el de las garras sigue ahí.

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3 comments

  1. Maria José Martínez Pérez
    01/12/2023 at 21:09 — Responder

    Cuando uno escribe y saca una sonrisa a otra persona, tiene que dejar de ir al psicólogo, su mundo esta ferpecto

  2. Davinia
    02/05/2024 at 10:04 — Responder

    Sanarse a uno mismo es la forma más humilde de comenzar de nuevo.
    No buscar en el pasado cosas que afectarían tu presente.
    El significado de soñar, la libertad de vivir………

    1. Pepógrafo
      02/05/2024 at 10:50 — Responder

      De la carta a los Corintios

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