*ficción literaria. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.
Si escribes en Google «el jefe gilipollas» te devuelve en cero coma cincuenta y un segundos, un millón ciento noventa mil resultados, Yahoo trescientos veintitrés mil. Bing trescientos setenta y siete mil. Si le preguntas a la inteligencia artificial te escribe un texto de diez mil palabras, y así sucesivamente.
Estamos, parece, ante una especie abundante y bien descrita por la ciencia y en especial por los que no son jefes.
Seres que en algún momento de sus vidas fueron personas normales, que por causas ajenas a su voluntad, y por supuesto, ajenas a su capacidad, llegaron a jefe.
En la web de definiciones jocosas http://platea.pntc.mec.es, se describe al jefe como «Persona que aparenta trabajar presentando el trabajo de otros. Persona que no sabe que es igual que los demás«.
Con frecuencia escucho a mi entorno poner a caer de un burro al jefe. Y yo mismo he echado sapos y culebras contra los míos cuando ordenaban cosas propias de alguien borracho de Anís del Mono.
Arturo Torres, de quien no sé nada, describe en psicologiaymente.com hasta quince tipos de jefe que paso a enumerar:
La lista
.-El megalómano
.-El workaholic
.-El amigo
.-El novato
.-El perfeccionista
.-El quejica
.-El ideal
.-El ausente
.-El de las broncas
.-El que busca intimidar
.-El conservador
.-El cretino
.-El excéntrico
.-El pelele
.-El introvertido
Creo que he sufrido la lista completa y aún podría aumentarla sumando algunos de los míos.
Pero hay algo que me inquieta desde la primera palabra de este post. Algo que me está desagradando más conforme avanzo en el tema. Al releer los quince puntos, me doy cuenta que yo puedo encajar perfectamente en trece de ellos.
Como no he sido tu jefe, no vas a saber cuales. Ahora, si lo fui, me doy por jodido.
2 comments
22/02/2023 at 18:59 —
En fin, al menos estás en la lista y sabes de lo que hablas. Otros no
23/02/2023 at 17:13 —
Si es verdad que cualquiera puede encajar en todos o casi todos los quince puntos, pero lo que creo ciertamente, siempre teniendo claro que cualquiera de nosotros puede ostentar una posición de jefe en algún momento, es que el que este al otro lado, podría hablar con su jefe y decirle directamente y con franqueza todo cuanto piensas de él, pero claro, es mucho más fácil criticar a alguien por la espalda, es decir, ponerlo a caer de un burro.