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11May

Vivir solo o no

In Para reir by Pepógrafo / 11/05/2025 / No Comments

El ying

Vivir solo es una maravilla. ¿Quién necesita una pareja, una familia o unos amigos cuando se tiene a uno mismo? Aquí hay algunas de las ventajas de vivir solo:

  • No tienes que aguantar a nadie. Ni sus ronquidos, ni sus manías, ni sus quejas, ni sus dramas. Tú eres el rey o la reina de tu castillo, y nadie te molesta ni te contradice. Puedes hacer lo que te dé la gana, sin importarte lo que piensen o sientan los demás.
  • No tienes que compartir nada. Ni la cama, ni el baño, ni el sofá, ni el mando a distancia. Todo es tuyo, y solo tuyo. Puedes acaparar todo el espacio, todo el tiempo y toda la atención. No tienes que ceder ni un centímetro, ni un segundo, ni un gesto.
  • No tienes que preocuparte por nada. Ni por la limpieza, ni por la comida, ni por las facturas, ni por los planes. Tú vives al día, sin responsabilidades ni compromisos. No tienes que organizar nada, ni recordar nada, ni cumplir nada. Puedes salir en bici sin horario.
  • No tienes que cambiar nada. Ni tu forma de ser, ni tu forma de pensar, ni tu forma de vestir, ni tu forma de vivir. Tú eres perfecto o perfecta tal como eres, y nadie te pide que mejores ni que evoluciones. No tienes que aprender nada, ni adaptarte a nada, ni crecer en nada.
  • No tienes que sufrir por nadie. Ni por el amor, ni por el desamor, ni por la soledad, ni por el abandono. Tú eres feliz con tu propia compañía, y nadie te hace daño ni te decepciona. No tienes que sentir nada, ni expresar nada, ni esperar nada.

¿No es una vida ideal?

El yang

Vivir en pareja es lo mejor que te puede pasar. ¿Qué hay más bonito que compartir tu vida con otra persona? Aquí hay algunas de las ventajas de vivir en pareja:

  • Tienes que adaptarte a alguien. A sus gustos, a sus hábitos, a sus horarios, a sus necesidades. Tú eres flexible y comprensivo, y siempre estás dispuesto a cambiar por el bien de la relación. Puedes renunciar a tu identidad, a tu individualidad y a tu libertad.
  • Tienes que soportar a alguien. A sus defectos, a sus manías, a sus quejas, a sus dramas. Tú eres paciente y tolerante, y nunca te enfadas ni te molestas por nada. Puedes aguantar todo tipo de situaciones, todo tipo de conflictos y todo tipo de problemas.
  • Tienes que depender de alguien. De su amor, de su apoyo, de su presencia, de su opinión. Tú eres fiel y leal, y siempre confías y respetas a tu pareja. Puedes entregarle todo tu corazón, toda tu mente y toda tu alma.
  • Tienes que complacer a alguien. A su familia, a sus amigos, a sus jefes, a sus clientes. Tú eres sociable y simpático, y siempre te llevas bien con todo el mundo. Puedes hacer todo tipo de favores, todo tipo de regalos y todo tipo de sacrificios.
  • Tienes que competir con alguien. Por su atención, por su tiempo, por su dinero, por su éxito. Tú eres ambicioso y motivado, y siempre quieres mejorar y superarte. Puedes lograr todo tipo de metas, todo tipo de proyectos y todo tipo de sueños.

¿No es una vida maravillosa?

10May

Lo malo de ser bueno, confundirte con tonto

In Para reir by Pepógrafo / 10/05/2025 / 2 Comments

Y no es que yo lo sea, bueno, quiero decir. Lo malo de ser bueno es que te toman por tonto. A menudo, el personal confunde la educación con flaqueza, la amabilidad con debilidad, las pocas ganas de discutir con cobardía. Y así, aprovechándose de la confusión, van ganando terreno, van ocupando tu espacio hasta que te arrinconan, en cuyo caso tienes que dar la patada y dejar sorprendido al tipo que te clasificó como memo.

Te llama tu mujer: «Amore, ¿puedes sacar a Estrellita? Estoy muy liada y no tengo tiempo».

Coges el arnés, la correa, la pelota, el lanza pelota, la bolsita de la caca, la botellita de agua para limpiar el pis y, claro, a Estrellita. Y te vas a la calle con cara de perro pensando por qué tu mujer siempre está muy liada y cuándo le vas a decir que la saque ella. Nunca.

Estrellita, mientras tanto, pasa de ti y de la pelota, y se dedica a ladrar a los gatos y a las motos. Entre ladrido y ladrido, repasas todas las ocasiones que el personal te toma por gil.

El vecino de la plaza de garaje, que te dijo un día si no te importaba que aparcara su coche pegado al tuyo para que le cupiera su moto y, ahora, casi tengo que entrar por el techo en el mío.

El frutero de abajo, al que un maldito día le diste confianza, te somete con cada naranja a un tercer grado de cotilleo, sin que tu seas capaz de mandarlo al carajo.

Le tiro otra vez la pelota y me mira con cara de «ve tú por ella» y voy por ella. Hasta la perrata se aprovecha.

Un día te pide tu amigo Paco compartir la clave de Netflix para ver no sé qué película famosa. Tú, más bueno que el pan, se la das. Pasan las semanas y empieza a no ver Netflix porque hay más usuarios de los permitidos. Le preguntas a Paco y te dice que se la ha pasado a su hermana, su sobrina y al portero que le hace muchos favores. Total, pagas el Netfix del barrio y nos lo ves.

Ahora me toca recoger la caquita de Estrellita. Mientras realizo tan higiénica, cívica y asquerosa labor, recuerdo que ya no recuerdo cómo es sentarse en mi sillón preferido. Se lo ofrecí cortésmente a mi suegra un día y parece como si la hubieran sembrado en él. No se ha vuelto a levantar y si lo hace, ocupa su lugar la perrata.

El paseo y mi paciencia van llegando a su fin. No hay gato, ni moto en el barrio que no haya sido ladrado por la perra. La calle está más limpia que cuando salí, ni rastro de caca y las esquinas regadas con agua y jabón.

Subo a casa. Mi mujer, absorta en sus filigranas, me dice lo bien que me sienta pasear la perra y lo feliz que se la ve. Y yo me juro que el próximo día que me diga que la saque a pasear, me enfrentaré a mi suegra, a mi amigo Paco, al frutero, al vecino abusón y a ella. Bueno a ella no, no sea que se enfade.

Por cierto, a mí lo que me gustan son los gatos.

07May

La importancia de hacerlo cuando toca. O cuando nada sabe igual que antes

In Para reir by Pepógrafo / 07/05/2025 / 2 Comments
Triciclo panadero

La verdad es que mi amigo Camilo Anchústegui antes, Antxustegui ahora, es un hombre hecho así mismo. No lo tuvo fácil en la vida. Trabajando desde crío, no le daba tiempo a disfrutar de los juegos de su edad.

Ya joven, montó un negocio de polipastos y ferralla que le absorbía la vida. Se casó por poderes mientras vendía poleas en Cuenca. La otra novia, la que él quería, lo dejó porque de tanto no verlo se le olvidó la cara.

Trabajar

Sólo trabajar, sólo ir y venir, trajo como consecuencia que se le olvidó la vida entre hierros y poleas; y ahora, cerca de la jubilación, decidió darse el gusto de recuperar todo lo que en cincuenta años no había hecho.

Para no perderse, creó una lista y, en orden de revancha, fue apuntando lo que quiso y nunca hizo.

La primera acción fue comprarse el triciclo que su señor padre siempre le negó. En la juguetería le preguntaron la edad del niño. Contestó: «Sesenta y cinco años». Se lo llevó puesto.

Un piano

Con el siguiente paso cumplió otra ilusión perdida. Compró el piano más caro que pudo. Hizo obras en el salón, no cabía, y se apuntó a un curso de Youtube. En unos meses, Paquito el Chocolatero no tenía secretos para sus dedos.

Lo siguiente en la lista fue construir una grúa enorme con el Meccano. Sus dedos eran demasiado grandes para los pequeños tornillos.

Se acordó de la otra novia, la que él quería, y que localizó en Facebook. Ella al principio no lo reconoció. Después lo reconoció y lo bloqueó sin más.

En esta vorágine de hacer cosas perdidas, se di cuenta que nada sabía como él recordaba: que el triciclo era pequeño, el Meccano aburrido, Paquito el Chocolatero un coñazo…

Camino de Santiago, recurso para jubilados con vocación exploradora, reflexionó sobre la imposibilidad de recuperar lo no hecho.

De vuelta a casa, mientras pelaba una naranja que no olía a naranja, le dijo su mujer: «Camilo, ahora que ya estás jubilado, ¿Por qué no haces todas esas cosas que te gustan?».

Le dirigió una mirada vacía, dejó la naranja en el plato y le contestó: «Las cosas que me gustan ya no huelen como antes».

06May

Historia del Cementerio Alemán en Cáceres: Guerras Mundiales

In Curiosidades by Pepógrafo / 06/05/2025 / 1 Comment

El Cementerio Alemán de Cuacos de Yuste, en la provincia de Cáceres, Extremadura, es un lugar de recogimiento y memoria que nos transporta a los turbulentos tiempos de las dos guerras mundiales. Su historia se entrelaza con los avatares de estos conflictos y la peculiaridad de su ubicación en un rincón de España, lejos de los principales frentes de batalla.

La génesis de este camposanto se remonta a la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Durante este conflicto, algunos marinos y aviadores alemanes perdieron la vida en aguas cercanas a las costas españolas o en territorio español debido a naufragios, accidentes aéreos o enfermedades. Sus cuerpos fueron inicialmente sepultados en diversos cementerios españoles, dispersos geográficamente.

Tras la contienda, surgió en Alemania la Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge (Comisión Alemana para el Cuidado de las Tumbas de Guerra), una organización dedicada a la localización, exhumación y reagrupación de los restos de los soldados alemanes fallecidos en el extranjero.

Esta labor se intensificó después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), un conflicto que también dejó un reguero de muertes de combatientes alemanes en circunstancias similares en España.

Comisión

La Comisión identificó la necesidad de crear un cementerio centralizado en España para dignificar el descanso de estos soldados. Tras diversas gestiones, en 1975 se adquirió un terreno en el municipio de Cuacos de Yuste. La elección de este lugar no fue casual.

Cuacos de Yuste era conocido por albergar el Monasterio de Yuste, lugar de retiro y fallecimiento del emperador Carlos V, figura histórica con fuertes lazos entre España y Alemania. Esta conexión simbólica añadió un significado especial al emplazamiento del cementerio.

La construcción del cementerio se llevó a cabo entre 1980 y 1983. El diseño sobrio y respetuoso del camposanto refleja el carácter conmemorativo del lugar. Se dispusieron hileras de cruces de granito gris, cada una con el nombre, la fecha de nacimiento y, en muchos casos, la fecha de fallecimiento del soldado allí enterrado. Algunas cruces llevan la inscripción «In memoriam», recordando a aquellos cuyos restos no pudieron ser recuperados, y otras señalan «Unbekannter Soldat» (Soldado Desconocido).

El 1 de junio de 1983, el Cementerio Alemán de Cuacos de Yuste fue inaugurado en una ceremonia hispano-alemana, marcando un acto de reconciliación y recuerdo. En este camposanto reposan los restos de 180 soldados alemanes: 26 de la Primera Guerra Mundial y 154 de la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de ellos pertenecieron a la Luftwaffe (fuerza aérea) y a la Kriegsmarine (marina de guerra).

El cementerio se erige como un testimonio silencioso de las tragedias bélicas y un símbolo de la cooperación entre naciones para honrar la memoria de quienes perdieron la vida en conflictos pasados.

Su ubicación en un entorno tranquilo, cerca de un lugar de tanta significación histórica como el Monasterio de Yuste, lo convierte en un punto de interés tanto para la reflexión histórica como para el encuentro cultural hispano-alemán. La placa a la entrada del cementerio invita a los visitantes a «Recordad a los muertos con profundo respeto y humildad», un mensaje que resuena a través del tiempo y nos recuerda la importancia de la paz.

Alemán

Der Deutsche Soldatenfriedhof Cuacos de Yuste in der Provinz Cáceres, Extremadura, ist ein Ort der Besinnung und des Gedenkens, der uns in die turbulenten Zeiten der beiden Weltkriege zurückversetzt. Seine Geschichte ist eng mit den Wechselfällen dieser Konflikte und der Besonderheit seiner Lage in einer Ecke Spaniens, fernab der Hauptkriegsschauplätze, verbunden.

Die Entstehung dieses Friedhofs geht auf den Ersten Weltkrieg (1914-1918) zurück. Während dieses Konflikts verloren einige deutsche Seeleute und Flieger in Küstennähe Spaniens oder auf spanischem Territorium durch Schiffbruch, Flugzeugunglücke oder Krankheiten ihr Leben. Ihre Leichname wurden zunächst auf verschiedenen spanischen Friedhöfen verstreut beigesetzt.

Nach dem Krieg entstand in Deutschland der Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge, eine Organisation, die sich der Auffindung, Exhumierung und Zusammenführung der Überreste gefallener deutscher Soldaten im Ausland widmete. Diese Arbeit intensivierte sich nach dem Zweiten Weltkrieg (1939-1945), einem Konflikt, der ebenfalls eine Spur von toten deutschen Kämpfern unter ähnlichen Umständen in Spanien hinterließ.

Kommission

Der Volksbund erkannte die Notwendigkeit, in Spanien einen zentralen Friedhof zu errichten, um die Ruhestätte dieser Soldaten zu würdigen. Nach verschiedenen Verhandlungen wurde 1975 ein Grundstück in der Gemeinde Cuacos de Yuste erworben. Die Wahl dieses Ortes war kein Zufall. Cuacos de Yuste war bekannt dafür, das Kloster Yuste zu beherbergen, den Rückzugsort und Sterbeort von Kaiser Karl V., einer historischen Figur mit starken Verbindungen zwischen Spanien und Deutschland. Diese symbolische Verbindung verlieh dem Standort des Friedhofs eine besondere Bedeutung.

Der Bau des Friedhofs erfolgte zwischen 1980 und 1983. Die schlichte und respektvolle Gestaltung des Friedhofs spiegelt den Gedenkcharakter des Ortes wider. Es wurden Reihen von grauen Granitkreuzen aufgestellt, jedes mit dem Namen, dem Geburtsdatum und in vielen Fällen dem Todesdatum des dort begrabenen Soldaten. Einige Kreuze tragen die Inschrift «In memoriam» und erinnern an diejenigen, deren Überreste nicht geborgen werden konnten, und andere tragen die Aufschrift «Unbekannter Soldat».

Am 1. Juni 1983 wurde der Deutsche Soldatenfriedhof Cuacos de Yuste in einer deutsch-spanischen Zeremonie eingeweiht, ein Akt der Versöhnung und des Gedenkens. Auf diesem Friedhof ruhen die Überreste von 180 deutschen Soldaten: 26 aus dem Ersten Weltkrieg und 154 aus dem Zweiten Weltkrieg. Die meisten von ihnen gehörten zur Luftwaffe und zur Kriegsmarine.

Der Friedhof erhebt sich als stummes Zeugnis der Kriegstragödien und als Symbol der Zusammenarbeit zwischen Nationen, um das Andenken an diejenigen zu ehren, die in vergangenen Konflikten ihr Leben verloren haben. Seine Lage in einer ruhigen Umgebung, in der Nähe eines so bedeutenden historischen Ortes wie dem Kloster Yuste, macht ihn zu einem Anziehungspunkt sowohl für die historische Reflexion als auch für die deutsch-spanische Kulturbegegnung. Die Tafel am Eingang des Friedhofs fordert die Besucher auf: «Gedenket der Toten in tiefem Respekt und Demut», eine Botschaft, die durch die Zeit hallt und uns die Bedeutung des Friedens in Erinnerung ruf

Inglés

:

The German Cemetery of Cuacos de Yuste, in the province of Cáceres, Extremadura, is a place of reflection and remembrance that transports us to the turbulent times of the two World Wars. Its history is intertwined with the vicissitudes of these conflicts and the peculiarity of its location in a corner of Spain, far from the main battlefronts.

The genesis of this cemetery dates back to the First World War (1914-1918). During this conflict, some German sailors and aviators lost their lives in waters near the Spanish coasts or on Spanish territory due to shipwrecks, air accidents, or illnesses. Their bodies were initially buried in various Spanish cemeteries, geographically scattered.

After the war, the Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge (German War Graves Commission) was established in Germany, an organization dedicated to the location, exhumation, and reburial of the remains of fallen German soldiers abroad. This work intensified after the Second World War (1939-1945), a conflict that also left a trail of dead German combatants in similar circumstances in Spain.

commission

The Commission identified the need to create a centralized cemetery in Spain to dignify the final resting place of these soldiers. After various negotiations, land was acquired in the municipality of Cuacos de Yuste in 1975. The choice of this location was not accidental. Cuacos de Yuste was known for housing the Monastery of Yuste, the place of retirement and death of Emperor Charles V, a historical figure with strong ties between Spain and Germany. This symbolic connection added a special significance to the cemetery’s location.

The construction of the cemetery took place between 1980 and 1983. The sober and respectful design of the burial ground reflects the commemorative nature of the place. Rows of gray granite crosses were arranged, each bearing the name, date of birth, and, in many cases, the date of death of the soldier buried there. Some crosses bear the inscription «In memoriam,» remembering those whose remains could not be recovered, and others indicate «Unbekannter Soldat» (Unknown Soldier).

On June 1, 1983, the German Cemetery of Cuacos de Yuste was inaugurated in a Spanish-German ceremony, marking an act of reconciliation and remembrance. The remains of 180 German soldiers rest in this cemetery: 26 from the First World War and 154 from the Second World War. Most of them belonged to the Luftwaffe (air force) and the Kriegsmarine (navy).

The cemetery stands as a silent testament to the tragedies of war and a symbol of cooperation between nations to honor the memory of those who lost their lives in past conflicts. Its location in a tranquil setting, near a place of such historical significance as the Monastery of Yuste, makes it a point of interest for both historical reflection and Spanish-German cultural encounter. The plaque at the entrance of the cemetery invites visitors to «Remember the dead with deep respect and humility,» a message that resonates through time and reminds us of the importance of peace.

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04May

«No es por dinero»: la frase clave de los tacaños (análisis sarcástico)

In Para reir by Pepógrafo / 04/05/2025 / No Comments

Es la dulce melodía de la negación monetaria. Ese cántico celestial que resuena en cada transacción ligeramente inflada, en cada factura que se atreve a superar las expectativas más rácanas. ¡Oh, la nobleza de espíritu! ¡La absoluta indiferencia por la vil moneda! Uno casi puede imaginarlos, seres etéreos flotando por la vida, desprovistos de cualquier consideración terrenal como el valor de su tiempo o el esfuerzo ajeno.

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14Abr

Cortarse el pelo: una cuenta atrás hasta la muerte y más allá

In Para reir by Pepógrafo / 14/04/2025 / No Comments
Recreación de ÍA de una peluqueria

Fui a cortarme el pelo. Según un estudio realizado por la prestigiosa doctora Madelen Macgefesa de la prestigiosa Kelvinator University del Pensilvania, un hombre, blanco, heterosexual, con estudios superiores y pelo, acude a la peluquería 960 veces a lo largo de su vida, ni siquiera llega a las mil. Yo voy recorriendo esos números y observo, con horror, que cada vez estoy más cerca de la cifra fatal de los 960 pelados.

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11Abr

Diez tipos de amistades peligrosas

In Para reir by Pepógrafo / 11/04/2025 / 4 Comments

1. El amigo de cuándo nos vemos. Siempre te escribe con entusiasmo para verse, «ya si eso y quedamos», pero nunca concreta nada. Probablemente está planeando salir desde 2017.

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10Abr

Extrañas maneras de comunicarse, cuando escuchas a otros y no entiendes nada

In Para reir by Pepógrafo / 10/04/2025 / 8 Comments

Inevitablemente oía la conversación telefónica que se produjo a 50 centímetros de mi oreja. Por mucho que lo intentara, no pude dejar de escuchar. La persona en cuestión narraba a su interlocutor las dificultades que tenía para comunicar con él. Que si llamaba y comunicaba, que si llamaba y no cogí el teléfono, que si se le oía lejísimos, que qué ruido. «Pues marca tú, a ver si se oye mejor». «Me voy a cambiar de compañía. Esta es una mierda». Y así transcurría la conversación, que termino con la siguiente pregunta: «¿Bueno, pero qué querías contarme?». Hubo una pausa y se oyó al otro que decía: «No sé, se me ha olvidado. Te volveré a llamar cuando me acuerde».

Diez minutos para no decirse nada. Extraña manera de comunicarse.

Otro caso es el de las personas que te terminan la última palabra de la frase o la frase entera. No sé si porque se aburren de oírte, si porque no quieren que te canses hablando o porque directamente leen tu pensamiento. Cogen tu supuesta última palabra y la dicen ellos.

Tengo muchos amigos (as) en mi entorno leedores de pensamiento. Por ejemplo, digo yo: «Estoy pensando si irme a pasar unos días a…» «la playa con tu gata», termina la frase la leedora.

«No», digo yo. «Estoy pensando si me voy a pasar unos días a un monasterio para no oírte más».

Otra extraña manera de comunicarse.

Seguro que hay muchas formas raras de comunicación. Un día escribiré hasta aburrir al que lo lea. Hoy no.

Es sabido que la gestualidad es tan, o más importante, que las palabras a la hora de comunicarnos. Según estudios de la Universidad de Kelvinator, los indígenas mediterráneos somos mucho más de gestos que los indígenas teutones, pongamos por caso. Así, un tío de Murcia mueve mucho más las manos al hablar que un vienés, que cuando charla parece manco.

He conocido dos tipos de personas gesticulantes: las gesticulantes espejos y las gesticulantes totales.

Las primeras se enlazan con las leedoras de pensamiento. No son abundantes, pero sí muy llamativas. Mi amigo Javier es un buen ejemplo. Tú te pones a hablar con él y este gesticula por ti: mueve las manos, arquea las cejas, frunce el ceño, conforme tú vas pronunciado tu discurso. Es muy descansado para el que habla, pero agotador par el interlocutor espejo.

El otro caso es el de las personas que no necesitan interlocutor para gesticular. Yo no lo he visto nunca, pero me juran que existe. Se trata de aquellos que mientras escriben o leen un correo o, preferentemente, un wassap ponen caras de asombro, enfado, risa o cualquiera otra manifestación gestual, que si bien está justificada cuando tienes al otro en frente, resulta de lo más raro cuando lo que tienes en frente es una pantalla.

Tendrías que ver mi cara ahora mismo.

06Abr

El tamaño sí importa

In Para reir by Pepógrafo / 06/04/2025 / 3 Comments

* Este post es políticamente incorrecto. No lo deje al alcance de los niños y no intente reproducirlo en casa.

Hay sociedades muy preparadas y otras menos. Esa frase con tintes racistas podría ser atribuible a cualquier seguidor de Hitler, Mussolini o el mismísimo Julio César. Pero no, yo le he comprobado en mis carnes, más concretamente en mi boca.

Dos paracetamoles en mi mano.

¿Y dónde podemos ver esa superioridad?. La pregunta tiene una respuesta sencilla e irrebatible: la superioridad se ve en la ingesta de pastillas a mano.

Viendo cualquier película norteamericana podemos encontrarnos con la escena en la que el protagonista abre el armarito de las medicinas; coge el bote de pastillas; vierte una cantidad salvaje de ellas en la palma de su mano y, con ella abierta y gesto veloz, se las lleva a la boca y se las traga. El efecto del medicamento suele ser inmediato y sanador.

Mini pastilla.

Pues bien, pensé: si George Clooney, al que no tengo nada que envidiar, puede hacer eso, yo no voy a ser menos. 

Fui al cajón de las medicinas, yo no tengo armarito. Rebusqué entre las cajas vacías, los prospectos arrugados y las tiritas que no pegan. Cogí un par de paracetamoles, los deposité en la palma de mi mano y, con el mismo gesto de Clooney, me los lleve a la boca. Resultado: me rompí la funda del paleto, me atraganté que casi me asfixio y los paracetamoles acabaron en el techo del cuarto de baño.

Tras el accidente, estudiando lo datos de las cajas negras, salieron a la luz cuestiones que lo explicaba todo. Primero: el tamaño sí importa, como puede verse en las fotografías. Segunda: hay sociedades que nos llevan años de ventaja practicando la ingesta de pastillas a mano son las preparadas.

04Abr

La economía del lenguaje, el arte de decir mucho hablando poco

In Para reir by Pepógrafo / 04/04/2025 / 3 Comments

Unos de los principios que rigen la comunicación es el de la economía del lenguaje. Se sabe que la pereza mueve el mundo o, mejor dicho, no lo mueve. Tendemos a hacer lo menos posible para obtener los mejores resultados y la comunicación no es ajena a ese fenómeno. Si te preguntan cómo estás, es más práctico contestar con un «bien o te cuento», que dar una larga respuesta llena de pormenores sobre tu estado físico y mental.

Este tipo de respuestas económicas son particularmente útiles si vas al médico, al taller mecánico o a la taquilla de Renfe. Veamos ejemplos de los tres casos:

1.- En el médico

Visita al médico con economía del lenguaje:

Dígame qué le pasa, pregunta el doctor.

Pues mire usted, me duele el lóbulo de la oreja como si tuviera clavado un alfiler, respondo.

Doctor: ¿Ha probado usted a quitarse el alfiler que tiene clavado en el lóbulo de la oreja?

Yo: Pues va a ser eso.

Fin de la consulta.

La misma consulta sin economía del leguaje.

Doctor: Dígame qué le pasa.

Yo: Pues verá usted. El caso es que llevo días en los que mi mujer no hace mas que decirme que tengo mala cara y la oreja como la de un toro bravo. Y le digo: «Carmen, eso son cosas tuyas que eres una aprensiva y no me dejas vivir». Y ella se va a los toros y cuando vuelve me comenta que las orejas que ha cortado Morante son igualitas a la mía y que si patatín, y que si mi pobre madre viviera me diría lo mismo, pero que como es ella, no le hago caso.

Doctor: Presente este volante para que lo ingresen en psiquiatría.

En el taller

Entras al taller, al que has pedido cita hace un mes.

Con economía del lenguaje:

Buenos días, vengo a la revisión de los 100.000 kilómetros.

Respuesta del mecánico en jefe: Muy bien, aparque ahí y le llamaremos.

Sin economía del lenguaje:

Yo: Buenos días. Le traigo el coche porque tengo un dolor en el lóbulo de la oreja como si me clavaran alfileres. Y me ha dicho Carmen, mi mujer, que le urja para que me hagan la revisión, la del coche, porque en cuanto la termine nos vamos al médico a ver que me pasa. Y yo le digo que no es nada, pero ya sabe como son las mujeres y la mía no le quiero contar…

Respuesta del mecánico en jefe:

Muy bien, aparque ahí y le llamaremos.

En Renfe

Pues vas a comprar el billete de tren, te pones en la cola. Carmen, lleva media hora comparado las orejas que le han dado a Morante de la Puebla con la mía. Llega a la taquilla y pide 2 billetes a Madrid a la hora que sea, porque «mire usted», le cuenta al impávido funcionario, «mi esposo nunca me hace caso, fíjese cómo tiene la oreja. Ahora tenemos que ir en tren porque ha dejado el coche en la revisión. El médico nos manda al Ramón y Cajal porque no le ve buena pinta. Y es lo que yo le digo ¿Por qué te has clavado un alfiler en el lóbulo de la oreja?. No tienes idea buena”.

Detrás de nosotros la cola se hace interminable, y se escuchan murmullos de desaprobación. Sobre todos ellos, una voz profunda nos grita. «¡Eh, los de la oreja!, ¿es qué no conocen el principio de economía del lenguaje?.»

Lo Que Captura La Mirada background image