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30Ene

Zapatos Gorila

In Para reir by Pepógrafo / 30/01/2023 / 2 Comments
nuncio de calzados gorila que se veia en mi colegio
Mi madre, inventora de la economía circular, del reciclado y de la cocina de aprovechamiento, le dio un cosido a la puntera

De mi paso por el colegio de Primaria, todavía recuerdo algunos nombres y algunas historias. Los Azagra, Aizpún, Goyena, Álvarez, Lascoity , Fuentes, Morán… eran como yo: niños de siete u ocho años pertenecientes a notables familias navarras. Alumnos de Las Misioneras del Sagrado Corazón, justo detrás de Cristo Rey y cerquita del Tenis.

Eran como yo en lo de siete u ocho años. En los demás nada. Ni mi familia era notable, salvo por las roscas de vino que hacía mi madre, ni era navarra.

Otra diferencia que me separaba de mis compañeros era mi extraordinaria capacidad para no hacer nada. Mientras la clase atendía con fervor misionero las explicaciones de la madre Anunciación sobre las reglas de urbanidad, por ejemplo; a mí me distraía el vuelo de una mosca, sobre todo cuando había, y si no había mosca, la imaginaba. Todo con tal de no pegar sello.

mi hermano y yo. El pequeño soy yo
El del cuerno, en la boca, soy yo. El de los zapatos Gorila es mi hermano y los tenía nuevos

Incomprensiblemente para mí, fui castigado por la madre Landín con el débil argumento que yo había tardado una semana en escribir del uno al cien. No sé por qué hay que poner límite de tiempo a esas cosas, teniendo en cuenta que no me dijeron cuándo debía terminar la tarea.

Fin de Curso

En fin, llegó el fin de curso. La madre Anunciación nos dijo: «Mañana, a la hora del recreo, todos en la puerta. Vendrá Turgel». El fotógrafo de la calle Olite nos haría una foto de toda la clase para recuerdo imperecedero de aquel curso.

Con mi cabeza dispersa en cualquier cosa, no presté atención a la convocatoria; y cuando llegó el momento de la foto, los Azagra, Aizpún, Goyena, Álvarez, Lascoity, Fuentes, Morán y todos los demás se presentaron de punta en blanco, y yo allí con mis gorilas de lona.

Aquellas botas Gorila traían una pelotita de regalo. ¡Eso era marketing!. Las mías se habían ido deteriorando y a pesar que mis pies crecían, las botas no. Resultado: un agujero en la puntera, respiradero para el dedo gordo.

Mi madre, inventora de la economía circular, del reciclado y de la cocina de aprovechamiento, le dio un cosido a la puntera. A mí, aquel zurcido me llevaba por la calle de la amargura. El tiempo que estaba de pie lo pasaba con unas posturas, entra bailarín del Bolshói y niño a punto de orinarse encima. Con el pie derecho me pisaba la puntera cosida del izquierdo y así tapaba la vergüenza.

El maldito día de la foto de grupo parecía que todos mis compañeros habían vaciado la calle Zapatería. Todo eran botas brillantes y zapatos nuevos; a su lado, y en primera fila, mis gorilas remendadas gritando al mundo: ¡Hidalgo lleva la bota zurcida!

En la foto final, de entre los 40 niños hay uno con un pie pisando el otro, como si se estuviera orinando: Hidalgo, el de las botas Gorila.

30Ene

Oporto

In Vídeos by Pepógrafo / 30/01/2023 / No Comments
Una tarde de enero en Oporto
29Ene

El silencio de mi padre

In Para reir by Pepógrafo / 29/01/2023 / 7 Comments
foto de mi padre vestido de guapo
Mi padre se llamaba Eduardo.

Mi padre era carpintero, como San José. De San José no se conoce ningún mueble digno de mención, ni siquiera consta que fuera hábil con el torno o maestro con la gubia. De mi padre, sin embargo, quedan muestras de sus trabajos en muchos lugares. Piezas únicas; como un reloj de madera, que funciona, y del que dejo la prueba gráfica aquí.

Reloj de madera principios siglo XX. Obra Eduardo Hidalgo Marcos, museo de mi casa

Era un hombre de pocas palabras en casa y muchas fuera de ella. Sería por la censura de su señora esposa, mi madre, digo yo.

Aquel hombre que puedo ser Carlos Gardel, por su voz profunda; Clark Gable, por sus orejas; Rodolfo Valentino, por sus patillas o el mismísimo Dalí por su ojos grises, decidió renunciar a todo eso, se hizo carpintero y se casó con mi madre, pero eso es para otro post.

De san José no se conoce palabra y de mi padre tampoco muchas. Algún no a mis peticiones de «papa me dejas el coche» o algún toma hijo, mientras me daba un silbato de hojalata, su forma de no tener que mostrarme su cariño con palabras.

Alguna vez me pregunté cuál sería la razón de sus silencios y creo que la encontré en una fotografía dedicada que le propinó su novia, luego su mujer, y luego mi madre, allá por los años 30.

La secuencia es la siguiente: él le manda a su novia una foto con elegancia y sombrero en la que escribe: «A mi único amor con todo cariño, tu Edu«. Y ella, su futura esposa, le contesta con otra fotografía en la que mira al infinito y le dedica: «Con cariño desinteresado de tu Elita«.

Normal. Si alguien dice que te profesa un cariño desinteresado, es como para quedarse frío y mudo. Supongo que hace falta más de una vida para entender eso; y entiendo que pensar en ello todos los días, acabase con las ganas de hablar de cualquiera.

No sé si mi conclusión es real porque, naturalmente, mi padre nunca me lo contó.

el cariño desinteresado
12Ene

La galería de trofeos más pobre del mundo

In Para reir by Pepógrafo / 12/01/2023 / 2 Comments

El otro día, es un decir, me dieron un premio de fotografía, es un decir; y no por la categorías de los organizadores del certamen, ni por los insignes premiados merecedores, sin duda, de los más verdes laureles, sino por lo conseguido por Pepografo, o sea yo. Me concedieron un premio de finalista, eternamente agradecido. A los premiados nos dieron diplomas, aplausos, felicitaciones, pincho de tortilla, tablas de embutidos y cerveza y vino a cascoporro.

Ahora que lo puedo difundir entre los millones de usuarios de mi web, agradezco a los organizadores del XIV de Certamen Fotografía Digital de Renfe Cercanías la creación de la galería de trofeos más pobre del mundo, la mía. Y, ahora, mirad mi foto premiada.

10Ene

¡Tatachín!, os presento la web

Para: El universo mundo

De: Pepografo, en el mundo Julio Hidalgo

Asunto: Presentación invento web Lo que captura la mirada

Señorita: aunque con pocas esperanzas de éxito, dada mi edad y condiciones, la gracia y gentileza de usted me han cautivado hasta el punto de que, saltando por todos los obstáculos morales que hasta hoy me han detenido, me atrevo a dirigirme a usted pintándola, aunque con lívidos colores, el fuego de esta pasión, algo tardía, es cierto, pero no exenta de firmeza y de lealtad, unidas a una decisión  inquebrantable de hacerla mi esposa.

Tras largas vacilaciones y dudas, tras largos temores e incertidumbres, hoy llego a usted con la firme pretensión de hacerla mi esposa, pues de todas las mujeres que he conocido, ninguna me ha parecido tan digna de ocupar el puesto de la que fue compañera de mi vida y Dios fue servido en arrebatarme.

Esta circunstancia será para usted una garantía, sino de vehemente y apasionada felicidad, por lo menos de seriedad, pues, dadas mis condiciones, no me está permitido perder el tiempo en insulsos galanteos.

Quede, pues, firme el jalón de lo que pueda ser para los dos el comienzo de una vida tranquila y sin desvelos, y esperando su respuesta en sentido afirmativo, le ofrece la expresión de su admiración respetuosa.

Pepografo

PD: Con esta carta de amor presento mi web de fotos y textos, si os gusta será la leche.

(Texto transcrito de Cartas amorosas de Francisco Nogales)

Lo Que Captura La Mirada background image